martes, 26 de julio de 2011

Es como el agua

Lo recuerdo. Me llené el corazón de diamantes
–que son estrellas caídas y envejecidas en el polvo de la tierra–
y lo anduve sonando como una sonaja mientras reía
Jaime Sabines

Gracias al amor la tierra es el planeta azul. Así es el amor. Podrán acusarme de todo en esta vida pero, jamás, me acusaran de que no he amado. Eh derramado mi amor a lo largo de mi vida, ella es como un rocío de agua que refresca la vida de los demás, no importa si mi amor riega una tierra aunque labrada sea estéril. No importa, de verdad. Y no importa porque mi amor, que es como el agua, siempre podrá alimentar esa tierra pero sobre todo sé, que a pesar de la inclemencia del clima, el sol elevará al cielo mi amor, que es como el agua. El cielo es azul por toda esa agua, todo ese amor, que está en ella. El cielo azul comparte su humedad de amor con un beso hacía la tierra.

A mi amor, que es como el agua, se evapora pero, se condensa, y aunque podrá caer en esa misma tierra estéril ella siempre deja su huella en aquella tierra y seguirá enriqueciéndola inevitablemente. No existe amor más puro que no pueda condensarse. Sí. Mi amor, que es como el agua, caerá siempre en otras tierras más puras y más bondadosas, pero vale mucho caer en tierras estériles. De la misma forma que siempre es mejor defender a un culpable que un inocente (el inocente se defiende per se). La bondad de una lluvia de amor es que ella puede caer en dichas tierras. En gotas poderosas que alimentaran la tierra por igual.

Bastante ha tenido la tierra con el agua, con el amor, que ella ha podido dar la vida en su faz. En efecto, la vida le debe la vida al agua porque mi amor, que es como el agua, tiene la capacidad de originar la vida misma. Decir amor es decir vida. Esa vida que se cultiva hasta en la tierra más estéril.

Y el amor alimenta la vida de la misma forma que el agua lo hace. De amor está hecha la vida y ella siempre encuentra el amor sin que ambos se preocupen por buscarse, es, tal vez, su destino. Tan poderoso es el amor, hasta en la tierra más estéril, que el hijo de Dios nació de ella.
Hormiga llevando una gota de agua: Anónimo

Quino

Derechos Reservados © 2011; Ley Federal del Derecho de Autor: véanse en especial artículos 3°, 4°, 5°, 11, 12, 13 y 17 de la misma ley. Estados Unidos Mexicanos.

viernes, 15 de julio de 2011

Esperando

Ayer leí de alguien que esperaba algo desde hace años y, por fin, solo faltaban días para terminar la espera. No sé por qué Recordé algo que escribí en el 2009, un 1 de enero. Dicho año lo recibí con una acumulación de preocupaciones sobre mi vida profesional. He aquí el texto integro tal cual:
______________________________________________________________
Guadalajara Jalisco, Estados Unidos Mexicanos
Me encaminé a mejorar el desempeño de mis encargos, esperando aprender para perfeccionar y refinar mis funciones tanto en el plano teórico como práctico, pero nada de eso sirve al momento de seleccionar el personal de la Institución que defendí ante los señalamientos de fraude. Maldita sea, soy el incorruptible en un mundo de corruptos y corruptores. El tráfico de influencias es más pesado de lo que mi ingenuo intelecto puede alcanzar a mirar. La mera verdad es que deseaba esos puestos y empeora porque también lo necesitaba. Siento una profunda decepción, no hay espacio ni futuro para mí, sólo puedo esperar que mi fuerza sea mayor al nadar contra corriente, aunque la fuerza no se compara con la ley del más gandaya.
Tendré que ofrecer mi alma a las fuerzas oscuras. Ofrecer mis conocimientos y mi lealtad a un sistema que me provoca repugnancia.
Aun así, mantendré la pobre esperanza de borrar este archivo letra por letra. No dejaré de luchar hasta consumar mis sueños y mi libertad.
Quino / Jueves, 1 de enero 2009
______________________________________________________________
En efecto. Recuerdo que competí para acceder a un cargo en una institución del Estado, pero no logré que me tomaran en cuenta. Lo peor es que reconstruí la forma en que fue contratado el personal tras conversaciones. Me lo dijeron de forma indirecta quienes conocía; las mimas personas que entregaron su currículum junto a mí y me revelaron sus contactos dentro de la institución.
Quise poner a prueba mi ética y la de los funcionarios de aquella institución. Mi currículum está completo (no perfecto pero completo). Más tarde me enteré que la lista de contratados estaba ya hecha desde antes que entregara mi currículum. Gran decepción y sentía mucha repulsión por ellos –incluso por un amigo mío quien se prestó a esas relaciones de poder del más gandaya–.
Aún cuando los veo, no puedo dejar de pensar en la forma patrimonialista que utilizan los recursos del Estado y sentir la misma repulsión de aquél primer día del año. Ahora, no entiendo el por qué me empeño en ver sólo mis problemas sentimentales. Recuerdo mi ataque sistemático de bombardeos mediáticos hacia la institución y, en aquella ocasión, un amigo me dijo; “mejor preocúpate del corazón”.
Sinceramente no soy de los que se enamora tan fácil, aunque parezca lo contrario. Ahora sí lamento mucho sentir lo que siento, y me esfuerzo para que no me afecte. Todo indica que no borraré ninguna de esas palabras, a pesar de que siga esperando.
Quino


domingo, 10 de julio de 2011

Amanecer

Las flores se mecían en una caricia del viento y se notaban como las olas de oscuridad las azotaban, dejando el rocío del amanecer que se asomaba. Se inunda de luz la oscuridad con tumbos de amanecer. La maleza, las plantas, las hojas de los árboles -como recordando su color- se avivan en su pigmento mientras, somnolientas, se enderezan tras las caricias de las olas negras de oscuridad que abandona los campos.
La oscuridad comienza su retirada, ella se aferra de la sombras. No logra desprenderse de ellas pero se encoge y se cultiva en el suelo. Se revela un paisaje de pulcra serenidad. Un río asoma su movimiento, fluye hacia donde no sabe, pero fluye acompañando los pececillos y vacilante refleja el paisaje en su espejo de plata. El primer Sol se impone regando sus rayos que penetran la profundidad de un bosque denso, donde avivan los sonidos de los petirrojos, donde cruje la hojarasca tras los pasos de las creaturas. Una pequeña gota se desliza hasta la punta de la hoja de un roble y la gota cae con el suave viento que la envuelve. Alimenta la tierra negra de un entramado de raíces que soportan monumentos de seres vivos.
Pero la oscuridad emerger cuando el ocaso inclina sus rayos de luz como bracitos levantando una negra cortina. Pero hoy, la oscuridad se torna azulada por una Luna señorial que viste de brillo encomendada por el Sol. La engreída oscuridad se esconde entre las sombras nocturnas a sabiendas que debe su existencia por la ausencia del amanecer.  

Patrick Kennedy (USA, 2009): Amanecer de otoño en un bosque de roble en el noroeste de Indiana 
Quino

Derechos Reservados © 2011; Ley Federal del Derecho de Autor: véanse en especial artículos 3°, 4°, 5°, 11, 12, 13 y 17 de la misma ley. Estados Unidos Mexicanos.