Espero
curarme de ti en unos días.
Debo
dejar de fumarte,
de
beberte, de pensarte.
Es
posible.
Siguiendo
las prescripciones de la moral en turno.
Me
receto tiempo, abstinencia, soledad
Jaime Sabines
Me acordé y es para vos, Dolores. Lo hizo otro, para
otra, pero también yo lo hice y es para vos. Lo hizo otro, porque yo no sé
decir las cosas que siento, pero reconozco cuando alguno es capaz de decirlas
por mí. Y es también un modo de decirlas.
A lo mejor, Vargas ya no se acuerda de esto que
escribió. Yo me acuerdo, y es un modo de hacerlo mío. Porque eres mía, porque
no eres mía. Nadie podría decirlo mejor ¿Verdad? Corazón Coraza. Es para vos,
Dolores. Ya no sé quién lo hizo. ¿Acaso Vargas fue un robot que pensó por mí?
Acaso yo soy Vargas, o Vargas soy yo.
Lo único seguro es que estás existiendo, Dolores, en
algún rincón de este día, en algún lugar del mundo, sola o con alguien, pero
sin mí. Lo único seguro es que sos mejor que todas tus imágenes, que todas las
imágenes que yo tengo de vos. ¿Quise esperar este instante a solas, sin prisa
exterior y sin testigos, para decirme con todas las letras, que estoy
enamorado? Quizá sólo semi-enamorado. Porque ella dice que no, que no me
quiere. Y para estar total, completa, absolutamente enamorado, hay que tener
plena consciencia de que uno también es querido, que uno también inspira amor
(...).
Fragmento de “Gracias por el fuego” de Mario
Benedetti
PD: No te ignoro, corazón, estoy esperando curarme de
ti.
Quino
Derechos Reservados © 2013; Ley Federal del Derecho de
Autor: véanse en especial artículos 3°, 4°, 5°, 11, 12, 13 y 17 de la misma
ley. Estados Unidos Mexicanos.